Cada vez que debo introducir un nuevo medicamento, vitamina o remedio en mi vida, que va a ser usado a largo tiempo; si es que no indefinidamente...La miro
Mañana contemplare largamente un trocito de excipiente comprimido con algún componente el cual debo (re) incorporar a mi vida...lo observare, admirare, maldecire y luego lo meteré en mi boca.
Muchas cosas pasan por mi cabeza mientras miro la pastilla
¿cuanto tiempo la tomare? ¿ Cuanta gente más la ha tomado antes ?
¿Cuanto va a costarme tomarla ? ¿què pasaría si decido no tomarla? ¿ me causara algún síntoma secundario?
¿Me gusta el color, quiero decir la forma? ¿ se ve rasposa, grande o fácil de pasar? ¿ Su cubierta será tan suave como parece?...
Mirar la pastilla es como decidir si tomarla o no, se aceptar el cambio o la situación, me hace acordar a esa película en donde daban a un personaje a escoger entre la píldora roja o azul.
El caso es que yo no elijo entre dos, sino que elijo si tomarla o no, la observo cuidadosamente, le doy vuelta en mi mano y con la otra sujeto la botella de agua...miro la caja, las indicaciones y sigo dándole vuelta ...
Es decir, en cualquier caso escogeré la roja.
Hay varias clases de personas; las que creen que las medicinas son basura dañina, las que entienden que pueden servir para mejorar su vida en algún aspecto especifico, pero sin excederse ...y las que creen que en ellas esta la solución a todos sus problemas y desesperadamente las buscan. Yo felizmente he aprendido a pasar del primer tipo, al segundo .
Nadie es perfecto como todos sabemos, todos tenemos yayas de alguna u otra manera; yayas físicas, estéticas, psicológicas, racionales, metabòlicas, etc etc y etc. Pero regularmente entre toda esa imperfección esta lo perfecto del humano.
Lo malo es que algunos menos desafortunados - digo por que hay realmente desafortunados - necesitamos solo una ayuda pequeñita para que nuestro cuerpo funcione en óptimas condiciones, sea por algún desajuste de substancias, falta de vitaminas o incluso el clima... Otros, no hay nada que los arregle.
La buena noticia en mi caso es que yo tengo solución, aunque me desagrade la medicina.
Este mes creo no es el mio, la otra semana me meten cuchillo, literalmente pues cortaran un pedacito de mi para poder observar mis vísceras y arreglar uno de los tantos desajustes que hay por ahí, luego les cuento como me fue con el cuchillo, por el momento les agradezco
a los pocos o muchos que me lean, invertir su valioso tiempo en estas lineas
no muy iluminadas.